Hoy os contamos una de esas historias que tenían todos los ingredientes de acabar mal y efectivamente, así ha sido. Danny Polaris, cantante y compositor berlinés, ha sido hospitalizado. ¿La causa? Una erección de 10 días de duración que no tenía visos de relajarse.
Como cuenta a Pinknews, Polaris estaba en un club y se tomó una Viagra antes de irse. Esa noche conoció a un enfermero con el que acabó yéndose a casa y se vinieron arriba — literalmente — : le inyectó una especie de potenciador de la erección en su miembro porque, ¿qué podría salir mal?
A la mañana siguiente, Danny todavía seguía erecto, pero no le dio demasiada importancia, yéndose al Pride de la capital alemana tras ponerse un enfriador de botellas de vino en sus partes íntimas.
Dos días después, eso seguía por todo lo alto y cada vez le dolía más, tanto que acabó yendo en ambulancia al hospital, donde le diagnosticaron priapismo, una larga y dolorosa erección que puede dañar el pene de forma irreversible. Ahora ya no nos hace tanta gracia.
Tras una serie de tratamientos, algunos de ellos tan drásticos como drenar la sangre que llega a su miembro a través de una vena de la pierna, su pene seguía erecto y los días pasaban hasta alcanzar los 10 días por todo lo alto, si bien la erección está amainando.
Sus amigos han iniciado una campaña para recaudar dinero para ayudarle en su recuperación y rehabilitación, si bien no se sabe si podrá recuperar plenamente su funcionalidad.
Danny Polaris lanza un consejo con la lección aprendida: cuidado tomando Viagra y no dejes que nadie se acerque a tu pene con una inyección porque no merece la pena. Más vale tarde que nunca para darse cuenta.
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Vía | PinkNews
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